Muchos de mis pacientes vienen sin saber exactamente que va a pasar, otros tienen ciertas ideas. Sin embargo, pocos entienden realmente el objetivo real del proceso. En el siguiente post exploraremos un poco qué es y qué no es venir a terapia.

 

La terapia no se basa en curar una enfermedad. Tampoco en aprender de un mentor, ni que te enseñen lo que estás haciendo mal en tu vida. Muchas gente se sorprende, porque no se basa en tu infancia, ni en aquellos que te han hecho daño. Tampoco se centra en los hábitos destructivos que has adquirido, ni en tus actitudes negativas.

 

La terapia no es sobre lo que piensas, es sobre cómo piensas. Te ayuda a ser más consciente de todo aquello que asumes sin darte cuenta. A distinguir entre el contenido de lo que piensas y en cómo llevas a cabo ese proceso. La preocupación no se centra en las causas, o en explicar lo que haces, si no en ver patrones en nuestras interpretaciones sobre aquello que nos ocurre o que hacemos.

 

La terapia es sobre como piensas. Sobre como convives con tus emociones. Sobre lo que aspiras a ser en tu vida y sobre cómo te pones obstáculos sin saberlo, haciendo más difícil que consigas tus objetivos. Va también sobre ser capaz de pedir ayuda y dejarte ayudar. De darte cuenta que no estás solo.

 

La terapia no es sobre el contenido de tus pensamientos, es sobre cómo vives contigo mismo en este momento.

0 comentarios

Pin It on Pinterest

Share This

Share This

Share this post with your friends!